No, no es la canción de genitallica...nunca les ha pasado que están a media noche sin poder dormir, pensando en la inmortalidad del cangrejo, en sus problemas, proyectos, aflicciones, boladitos, encules, etc... Y repentinamente te encuentras algo en el baúl de los recuerdos, claro, hoy por hoy nuestro baúl de los recuerdos es una red social o varias, en las cuales para bien o para mal, sale a colación alguna imagen, texto o similar que nos transporta al pasado.
Claro, así como hay recuerdos que nos sacan una sonrisa o carcajada, otros que nos pueden llegar a sacar alguna lágrima o resentimiento... Y los más peligrosos, que son los que nos hacen reflexionar de cómo ha pasado el tiempo y que tanto hemos cambiado.
Te ves obligado a preguntarte "¿Qué pasó con esa versión mia? ¿A dónde se fue o se quedó esa forma de ser?"
Esta noche ha sido una de esas para mi... Realmente no sé si he cambiado para bien o para mal, hay ciertas cosas que extraño de mi pasado, incluso aspectos negativos, pero como dicen que no se puede llorar sobre la leche derramada, me niego a lamentarme por las pérdidas, pero si me quedo con la duda de en qué momento todo cambio.
El hecho de tener algo que me muestre cambios tan radicales genera que me haga la pregunta incómoda de la noche, la pregunta que quizás muchas personas de mi edad tienen miedo de plantearse o responderse ¿Voy por buen camino o me perdí por completo?
Qué pasará en unos años... El elefante está en la habitación y con el calor actual se hace asfixiante compartir cuarto con él y aunque no ronca, me espanta el sueño, me atemoriza, me hace dudar... Una vez más, cómo en aquellos tiempos, aunque con razones distintas, vuelvo a sufrir de insomnio y vuelvo a desconocer en que parte de la vida estoy y para dónde voy.
Pero cómo dicen en mi pueblo "ya estamos montados en el macho... Vamos a ginetearlo".
Que placer más enorme volver a escribir...
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